El jamón es mucho más que un manjar culinario en España; es un símbolo de tradición, habilidad y dedicación. En ningún lugar esto es más evidente que en Alpujarreños, una empresa familiar arraigada en la tradición del corte del jamón a cuchillo. Desde su fundación hace más de 25 años en Torre del Mar, Alpujarreños se ha destacado por su compromiso con la excelencia y la calidad en cada uno de sus productos, y el corte del jamón es el corazón de esta pasión.
El corte del jamón es mucho más que simplemente dividir la carne en lonchas. Es un arte que requiere destreza, paciencia y un profundo conocimiento de la anatomía del jamón. En Alpujarreños, esta tradición ha sido cuidadosamente transmitida de generación en generación, pasando de padres a hijos, de maestros a aprendices.
El proceso comienza con la cuidadosa selección del jamón adecuado, que debe tener la cantidad justa de grasa infiltrada para garantizar su sabor y textura óptimos. Una vez seleccionado, el jamón se coloca en el soporte de corte, donde el cortador experto comienza su danza meticulosa con el cuchillo.
Cada loncha se corta con precisión milimétrica, siguiendo las vetas naturales de la carne para resaltar su sabor y textura. El cortador debe ajustar constantemente la presión y el ángulo del corte para garantizar que cada loncha sea perfecta, ni demasiado fina para volverse transparente ni demasiado gruesa para perder su delicadeza.
Pero el verdadero arte del corte del jamón va más allá de la técnica. Requiere un profundo respeto por el producto y por aquellos que lo disfrutarán. Cada corte es una muestra de la pasión y el compromiso de Alpujarreños con la excelencia, una muestra de su dedicación a proporcionar la máxima calidad en cada loncha.
Además de su destreza técnica, los cortadores de Alpujarreños también son embajadores de la cultura gastronómica española. Son capaces de contar la historia detrás de cada jamón, desde su origen en las dehesas hasta su llegada a la mesa del consumidor, transmitiendo el amor y la tradición que impregnan cada bocado.
En Alpujarreños, el corte del jamón no es solo una tarea, es un arte que se celebra y se honra en cada loncha. Es la culminación de años de experiencia y dedicación, un tributo a la rica tradición gastronómica española que sigue viva en cada corte preciso y cada momento compartido alrededor de la mesa.